Al contrario de lo que pensaba, si bien el cuento no me ha enganchado especialmente desde el principio, Franz Kafka supo mantener cierta intriga que empuja a leerlo de un tirón. "¿Qué pasará?¿Cómo acabará esta historia?". Sinceramente, no sé que tendría el autor en la cabeza cuando lo escribió, pero las reflexiones que suscita esta historia son muchas si no nos quedamos en el bicho en el que se convierte el protagonista Gregorio Samsa.
Tanto para nosotros como para nuestro entorno más inmediato, la vida puede cambiar de un momento a otro. Los proyectos de futuro y las ilusiones pueden trastocarse ante cualquier circunstancia. No creo posible la transformación de ninguno de nosotros en un escarabajo gigante, pero sí en cualquier otro "estorbo". Y dicha transformación no tiene porque ser mala para todo el mundo. Puede despertar habilidades no descubiertas de algunos, actitudes insospechadas hasta entonces de otros y un conocimiento de la vida que no se hubiese podido descubrir de otra manera.
Por otra parte, la experiencia de soledad e incomprensión del protagonista me ha recordado a otro relato inolvidable como es "La muerte de Iván Ilich" de Leon Tolstoi. Y si bien "La Metamorfosis" no me dejará tanta huella como el que acabo de mencionar, también os lo recomiendo desde ya a cualquiera de vosotros, que estáis acabando de leer mi primer comentario en este blog, y por ello os debo mi agradecimiento.
Efectivamente, la metamorfosis es una lectura densa, pero quizás tanto como lo son a veces las reflexiones más personales, y en las que en ocasiones todos debemos sumergirnos. A pesar de ello es loable la capacidad de Kafka a la hora de describir la angustia humana en los momwntos más críticos.
ResponderEliminarTe recomiendo "La peste", de Albert Camus. Quizás sea una lectura complementaria a "La metamorfosis".
Gran reflexión José Antonio.
La Peste....ahí está...desde pequeñito en esa legendaria biblioteca de los años 70 que publicó Salvat para RTVE. Si, igual que La Metamorfosis, la he tenido muchas veces en la mano. Caerá.
EliminarMe gustó precisamente porque el "bicho" quedó en segundo plano. Era solo la excusa. El resto creo que es muy aplicable a "situaciones que siempre le pasan a otros", ayuda a reflexionar estemos en un lado u otro, en la práctica y en la teoría.
ResponderEliminarUna estupenda primera entrada.
Un abrazo.
Gracias Ana. Es un halago viniendo de ti. Me alegro que te haya gustado
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