sábado, 30 de agosto de 2025

Los siguientes. Pedro Simón.


 Los siguientes. Pedro Simón.


Carmen, Darío y Gabriel comenzaron a cuidar a su padre Antonio, después de manifestarse la enfermedad de Alzheimer incipiente tras perder a su mujer. Decían “no queremos ni imaginar que va a ser de papá si algún día falta mamá”. Y mamá faltó. A partir de ahí, llegó el desorden, la dejadez, la depresión, la incontinencia urinaria, los despistes…y la decisión de cuidarle de forma compartida. Estaría dos meses en la casa de cada uno de los hermanos.

Carmen, auxiliar de clínica eficaz, experimenta la dificultad de cuidar a su propio padre. “Una cosa es el cuerpo de un anciano desconocido y otra cosa es ver a tu padre como a un niño…”. Es metódica, perfeccionista y madre soltera. Es muy importante la dieta de Antonio, la visita al médico, que se tome sus medicinas, la limpieza…. Antonio, por otra parte, le permite a su hijo Hugo “lo que jamás consintió a ninguno de sus tres hijos”.

Darío es un buscavidas y en los últimos tiempos guardia jurado. Su preferencia es la comodidad de su padre y que esté contento. Aunque sus hermanos puedan pensar lo contrario, cuida a su padre con devoción, pero persigue sobre todo  que pueda jugar al dominó con amigos, que converse con viejos amigos o disfrutar con él viejas películas del Oeste. La continencia urinaria desparece mientras está con él, pero no puede evitar que Antonio saque el pañuelo alguna vez. “Cuando lo saca es porque le va a salir mamá por los ojos”.

Gabriel, es un hombre de éxito que atribuye a Antonio el traumatismo craneal que originó la gran discapacidad de su hijo Hernán, aunque lo tiene tan cuidado como puede hacerlo pagando.” La filipina se ocupa de todo con el automatismo de una azafata de vuelo”. Viaja para no estar con él ni recordar junto a él. “Haciendo balance de los dos meses, creo que hemos convivido menos de uno. Viendo a mi padre sentado al lado de Hernán, he sentido lástima y he sentido odio” …. “He recordado demasiado y he necesitado olvidar”.

Tres formas de ser y tres formas de cuidar a Antonio, que está con sus hijos y vive para ellos hasta sus últimos días, que llegan finalmente en una residencia. También él describe sus sentimientos: “La de veces que escogí no molestaros y no os dije como me sentía. Envejecer es quitarse del medio”. “Ser padre es saber que te cambiarías sin pestañear por la herida del hijo, que dejarías que te traspasara todos los dolores solo para quitarle el sufrimiento a él”.

Personajes redondos y reales. Una novela muy bien escrita y muy bien pensada.  


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